15 de Diciembre del 2015


Cuando te veo sonreír, todo mi ser ríe con vos.
Y si te veo lagrimear, me entra la desesperación.
Te me metiste en la piel, me sobornaste la razón.
Con caricias de alto nivel domesticás hasta un león,
y a mí no me piensa el corazón.

No te paro de extrañar, aunque lo haya hecho canción,
lo único que me calma es tu voz.
Atendiendo el celular contestando un “hola amor”
que me hace acordar que tengo hogar.

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